El Director Ejecutivo de la Compañía de Seguros Swiss Re, David Mulligan, no pudo realizar su compra hoy en el Sainsbury’s después de que una de las cajeras no autentificara la firma del hombre de negocios con la tarjeta de crédito que él mismo le había entregado.
Mulligan, que llevaba la intención de preparar una cena a base de espárragos trigueros con queso gorgonzola a su última conquista, fue requerido por la cajera, de origen indio, a que repitiera su firma en una nueva factura.
Tras esto, el directivo de Swiss Re comenzó a gritar a todos los cajeros del supermercado y se marchó hacia la salida con una barra de pan en la mano que aún no había abonado.
“¿Pero quién os creeis que sois, ingenieras en caligrafía? Ésta es mi firma, ésta es mi tarjeta y algún día sabréis de mí!", vociferó Mulligan.
Cuando llegó a la puerta, afirmó un testigo presencial, rompió la barra de pan en su rodilla y se marchó del local.
Según el director de la cadena de supermercados, Winston Bogarde, los cajeros tienen la orden expresa de no gestionar la compra de un cliente en el caso de que estimen que la firma de una tarjeta de crédito no coincide con la rúbrica realizada en el momento de la compra.
La cajera protagonista del incidente, Parminder Nagra, ha recibido un bonus especial de su empresa con el que podrá contratar un seguro de vida en la compañía del propio Mulligan.
Swiss Re, aseguradora líder a nivel mundial, se ha limitado a colgar un comunicado en su página web en el que se refiere al incidente como “asuntos de negocios que suceden en un mundo de negocios”.
Mulligan, que llevaba la intención de preparar una cena a base de espárragos trigueros con queso gorgonzola a su última conquista, fue requerido por la cajera, de origen indio, a que repitiera su firma en una nueva factura.
Tras esto, el directivo de Swiss Re comenzó a gritar a todos los cajeros del supermercado y se marchó hacia la salida con una barra de pan en la mano que aún no había abonado.
“¿Pero quién os creeis que sois, ingenieras en caligrafía? Ésta es mi firma, ésta es mi tarjeta y algún día sabréis de mí!", vociferó Mulligan.
Cuando llegó a la puerta, afirmó un testigo presencial, rompió la barra de pan en su rodilla y se marchó del local.
Según el director de la cadena de supermercados, Winston Bogarde, los cajeros tienen la orden expresa de no gestionar la compra de un cliente en el caso de que estimen que la firma de una tarjeta de crédito no coincide con la rúbrica realizada en el momento de la compra.
La cajera protagonista del incidente, Parminder Nagra, ha recibido un bonus especial de su empresa con el que podrá contratar un seguro de vida en la compañía del propio Mulligan.
Swiss Re, aseguradora líder a nivel mundial, se ha limitado a colgar un comunicado en su página web en el que se refiere al incidente como “asuntos de negocios que suceden en un mundo de negocios”.
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