Londres, 19 de octubre. 21.47.
El Director Ejecutivo de la Compañía de Seguros Swiss Re, David Mulligan, fue encontrado muerto esta tarde en la orilla del río Támesis, sin que se puedan precisar aún las causas de su muerte, informan fuentes policiales.
A pesar de que el jefe de Scotland Yard, Peter Beardsley, evitó hacer declaraciones estas mismas fuentes descartaron que Mulligan hubiera sufrido un accidente o hubiera fallecido después de un suicidio, con lo que la alternativa del crimen se convierte así en la primera hipótesis que baraja la policía.
Mulligan apareció muerto a las 21.25, cuando apenas quedaba visibilidad, en el tramo del Támesis que va desde el Chelsea Bridge al Vauxhall Bridge, enfrente de la popular Battersea Power Station.
A pesar de que el jefe de Scotland Yard, Peter Beardsley, evitó hacer declaraciones estas mismas fuentes descartaron que Mulligan hubiera sufrido un accidente o hubiera fallecido después de un suicidio, con lo que la alternativa del crimen se convierte así en la primera hipótesis que baraja la policía.
Mulligan apareció muerto a las 21.25, cuando apenas quedaba visibilidad, en el tramo del Támesis que va desde el Chelsea Bridge al Vauxhall Bridge, enfrente de la popular Battersea Power Station.
La policía investiga en estos momentos si la muerte de Mulligan guarda alguna relación con un suceso que protagonizó el propio directivo de Swiss Re una hora antes en la cadena de supermercados Sainsbury’s.
Según testigos presenciales en el supermercado, el ejecutivo no pudo realizar su compra después de que una de las cajeras no autentificara la firma con la tarjeta de crédito que él mismo le había entregado y se marchó sensiblemente disgustado del local, entre insultos y acusaciones.
La compañía de seguros, que había colgado un escueto comunicado en su página web después del incidente, prefiere no pronunciarse aún acerca de la muerte de su Director Ejecutivo y ha convocado una junta urgente para mañana a primera hora del día.
Mulligan era conocido en el mundo de las aseguradoras como “Tiburón” (Shark) y protagonizó varios casos controvertidos en la década de los 90 relacionados con la compañía British American Tobacco.
El hombre de negocios inglés se desenvolvió a su vez por la noche londinense y tuvo un juicio por deslealtad a la Corona Británica en el caso conocido por la prensa inglesa como “David Sucks”.
El Tribunal Superior Británico condenó a Mulligan por desacato a la Corona tras afirmar en un periódico que a los ingleses no les gustaba la monarquía “desde que la Reina la chupaba”.
Fue la propia Reina, sin embargo, la que decidió indultar al entonces joven ejecutivo después de que el propio Mulligan se retractase de sus palabras.
Mulligan era el padre de David Mulligan, de 30 años, y de Amelda Núñez, de 11, niña filipina adoptada con su ex mujer Anna Bliss, de quien se divorció a principios de este año.
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